miércoles, 18 de noviembre de 2009

Trabajar puede ser tan perjudicial para el corazón como el tabaco

Trabajar puede ser tan perjudicial para el corazón como el tabaco

Fuente: 06/11/2009 11:37:56 - La Vanguardia

En Francia han llegado a su momento culminante con los suicidios en una conocida empresa de telecomunicaciones, que pusieron en evidencia prácticas de organización del trabajo manifiestamente poco saludables. A raíz de ese caso, el Gobierno francés ha insistido en una exigencia que atañe a todos los países europeos: es responsabilidad de las empresas que el trabajo no sea peligroso para la salud de sus trabajadores. Y en España, donde oficialmente casi ni hay cáncer debido a causas laborales, donde la salud laboral es casi exclusivamente accidentes, varios miles de empresas, en cambio, han empezado a evaluar esos riesgos psicosociales.

"La discrepancia entre la exigencia propia de un trabajo y el control que se tiene sobre el mismo, por ejemplo, aumenta la mortalidad cardiovascular en un 120%. Es una evidencia probada", indica el doctor Salvador Moncada, del Instituto Sindical de Trabajo, Ambiente y Salud (Istas). "Aunque los datos son discutibles, se calcula que el 21% de la mortalidad cardiovascular es atribuible a problemas laborales. Es casi como el tabaco" (responsable del 29% de las muertes por enfermedad coronaria).

El segundo grupo de enfermedad que crece en relación con esos desequilibrios en el trabajo es la depresión y otros sufrimientos mentales. "Cuando el entorno es estresante, también sabemos que aumenta el consumo de alcohol y se vuelve a fumar", indica la doctora Lucía Artazcoz, experta en salud laboral de la Agencia de Salut Pública de Barcelona.

La mala vida que conllevan ciertas prácticas laborales, de las que todos los estudiosos abominan pero que se utilizan de forma extensa desde hace años, depende básicamente de la consideración. Del respeto. Del tener en cuenta que los empleados son personas con capacidad de crear y aprender y con necesidad de planear su futuro. Por eso para los expertos, el problema no son en sí las horas, las tareas o la variabilidad, sino su desequilibrio con las expectativas, la autonomía, el apoyo del grupo, las compensaciones...

¿Muchas horas? "No provocan sufrimiento ni enfermedad si las decide uno y el resultado valió la pena. Impactan negativamente si se hacen obligadamente, porque no hay más remedio, porque uno se acaba de divorciar y hay una hipoteca y dos hijos… y se queda sin más vida que el empleo", explica Lucía Artazcoz.

¿Movilidad? Puede ser una oportunidad de conocer otro lugar. Incluso una nueva experiencia familiar. Pero ha de compensar y tener un mínimo equilibrio entre el esfuerzo de moverse (dejar otra casa, vida personal, un entorno conocido) y lo que se recibe (sueldo, perspectivas profesionales). "Moverse en sí, a pesar de la buena prensa de la palabra movilidad, es más bien un perjuicio para la salud. Se pierde el entorno que se conoce, la familia y los amigos que dan apoyo, las raíces, la seguridad, el equilibrio familiar", describe Lucía Artazcoz. Por eso enferma a quien sin desearlo ni convenirle se le impone –a veces un viernes por la tarde y por correo electrónico– un traslado a 400 kilómetros de su casa sólo a cambio de seguir trabajando. Los suicidios de la compañía francesa, antes pública y ahora jugándose un sitio a dentelladas en el mercado más feroz actual, el de las telecomunicaciones, "son un síntoma extremo de la hiperflexibilidad", en palabras de Francisco Longo, director del Instituto de Dirección y Gestión Pública y profesor de Dirección de Recursos Humanos en Esade. El fondo de lo que ocurre "tiene que ver con lo que ya ha desaparecido y lo que aún no se ha construido del todo", reflexiona Longo.

Por un lado, ha desaparecido el tiempo como valor positivo. Tradicionalmente las empresas a las que uno aspiraba, donde se quería trabajar, ofrecían un lugar donde ejercer la profesión, donde hacer carrera. El tiempo era un factor a favor. Con ese aprendizaje uno podía tener más control sobre su futuro. "Hoy el factor tiempo es un enemigo, juega en contra, nos habla de envejecimiento, obsolescencia y, por lo tanto, incertidumbre", resume Longo. Sobre ese fondo se despliega otra gran contradicción: "La empresa necesita para triunfar mayores dosis de compromiso que antes, necesita como nunca la implicación, tener todo el talento a su disposición, pero a cambio da menos que nunca. Es una paradoja de nuestro tiempo", indica el profesor de Esade. A su juicio se han añadido desequilibrios innecesarios en las prácticas de recursos humanos. "Para conseguir el equilibrio hay que manejar la flexibilidad y la movilidad con dosis adecuadas de estabilidad y certidumbre". Restablecer un contrato entre lo que se da y se pide, que si hoy no se puede garantizar estabilidad en el empleo, quien entregue su talento sepa que a cambio su valor de mercado será muy alto, que siempre será empleable. "Ese mecanismo de equilibrio obligaría a tratar a los trabajadores como personas, a recuperar una visión humanista de las empresas", concluye.

La doble carga, la laboral y la familiar, es uno de los riesgos psicosociales más acusados entre mujeres , junto con un control bajo sobre sus tiempos de trabajo (un horario variable e imprevisible genera en esos casos una gran angustia) y las escasas posibilidades de desarrollo.

Entre hombres, afecta especialmente que su tarea tenga mucha exigencia sensorial o cognitiva (precisión, mucha atención) y el control escaso sobre sus tiempos de trabajo. Destaca tanto en hombres como mujeres una baja integración en la empresa, algo muy común en los empleos precarios en los que se han de mover sobre todo los jóvenes.

Factores de riesgo

Exigencias
"¿Tiene que trabajar muy rápido? ¿Tiene tiempo de llevar al día su trabajo? ¿Le cuesta olvidar los problemas de trabajo? ¿Su trabajo requiere que esconda sus emociones? ¿Requiere mucha concentración? ¿Que se calle su opinión?". Son algunas de las preguntas de los tests (en este caso el Cuestionario Psicosocial de Copenhague) de evaluación de riesgos psicosociales que intentan detectar si la exigencia de una tarea es excesiva. También incluyen el peso de la doble presencia, en casa y en el trabajo.

Capacidad de control
El nivel de autonomía al realizar la tarea, la posibilidad de aplicar en ella los propios conocimientos y de desarrollar habilidades es el segundo pilar sobre el que se asienta el trabajo saludable. Según los estudios de riesgos psicosociales, la ausencia de iniciativa, de posibilidad de aprendizaje de cosas nuevas, la monotonía, el no encontrar ningún sentido a la tarea que se hace o no poder decidir sobre el momento de descanso enferman.

Apoyo social
Los compañeros, la competitividad, la colaboración, el estímulo positivo o negativo de los superiores inmediatos, el trabajar aislado, el recibir información con suficiente antelación de los cambios que afectan al futuro particular de cada uno, todo ello influye en el bienestar laboral y en la salud. Prácticas como la de no permitir a los jefes de equipo permanecer más de tres años seguidos en el puesto para no crear vínculos personales han resultado devastadoras.

Compensaciones
El concepto compensación incluye el salario –adecuado al esfuerzo–; el reconocimiento y la valoración de la tarea hecha; el control del estatus; la certeza sobre el futuro como trabajador en esa empresa; las perspectivas de promoción; el respeto, la propia estima, el trato justo. El desequilibrio entre lo que se da y se recibe es una de las grandes fuentes de malestar. Este apartado reúne aquellas variables que interfieren en el control del propio futuro.

Incertidumbre
La inquietud que da la falta de información sobre la propia empresa, los cambios de tarea sin formación adecuada o las modificaciones de los horarios contra la voluntad del afectado siembran de incertidumbre la vida de los trabajadores y dan lugar a otra de las dolencias laborales: ansiedad y depresión.

Si se jubila antes de los 55 años, rejuvenecerá.

Si se jubila antes de los 55 años, rejuvenecerá.

09/11/2009 11:12:48 - elmundo.es


La citada investigación, recogida por "The Lancet", se basó en las estimaciones personales de más de 14.700 empleados de la compañía nacional de gas y electricidad de Francia; un 79% eran hombres. Con una periodicidad anual, los participantes rellenaron distintos cuestionarios en los que valoraron su salud durante un periodo de 15 años (siete antes de retirarse y siete después de la jubilación).

Los investigadores, procedentes de distintos centros europeos (como la Universidad de Estocolmo o Londres) y liderados por Hugo Westerlund, detectaron que la salud de los que se retiraron en torno a los 55 años mejoró marcadamente. "Entre el año anterior a la jubilación y el posterior, la prevalencia de una salud inadecuada cayó de un 19,2% a un 14,3%, lo que supuso una ganancia de unos ocho o 10 años de salud", indican.

Este "rejuvenecimiento" se detectó tanto en hombres como en mujeres y su efecto se mantuvo hasta siete años. Tan sólo un 2% de la muestra no experimentó este efecto protector de la jubilación; se trató principalmente de "sujetos con un alto cargo, baja demanda y alta satisfacción en el trabajo".

Durante los tres años anteriores a retirarse -un 72% lo hizo antes de los 56-, un 11% sufrió depresión, un 29% presentó dolores musculoesqueléticos y un 32% faltó más de 21 días por enfermedad. Estos factores mejoraron en la mayoría de los que se jubilaron pronto y que no estaban satisfechos en su trabajo.
Los menos satisfechos fueron los que más se beneficiaron

"Las altas exigencias, físicas o psicológicas" se relacionaron con una peor salud. Sin embargo, tras dejar el empleo, aquella presión se tradujo en una mayor probabilidad de disfrutar de los beneficios de la jubilación.

Según los autores del documento, uno de los principales puntos fuertes de su trabajo se basa en que se recopilaron datos de las mismas personas de forma anual, lo que permitió ver cómo fue evolucionando su salud, a la vez que se valoraron sus jornadas laborales.

Frente a estas consecuencias perjudiciales los investigadores se muestran optimistas: "Cuando es muy exigente y poco satisfactorio, el trabajo supone una carga añadida para nuestra salud. Pero, los efectos de este peso son reversibles".

En un comentario adjunto, también aparecido en "The Lancet", se incide en que las condiciones laborales de los trabajadores de la empresa francesa no siempre se dan en todas las empresas. Los participantes pudieron jubilarse de forma temprana y conservando un 80% de su pensión. Por eso, sería una buena idea contrastar los datos en investigaciones similares realizadas en otros ámbitos.

A pesar de ello, los firmantes de este artículo de opinión, procedentes de la Universidad de Düsseldorf (Alemania), subrayan el valor del estudio. "Sus resultados sugieren que la calidad de las tareas y del trabajo afecta fuertemente a la percepción de la salud y, por tanto, contribuye a la intención que tienen las personas de abandonar su empleo lo antes posible".

En este sentido, coinciden con los autores del documento científico en recomendar a las autoridades que mejoren las condiciones laborales (si lo que quieren es que los trabajadores se jubilen lo más tarde posible).

La Seguridad Social incentivará a las empresas que reduzcan la siniestralidad

La Seguridad Social incentivará a las empresas que reduzcan la siniestralidad
Los agentes sociales apoyan la posibilidad de devolver hasta el 10% de las cuotas
PEDRO GOROSPE - Bilbao - 16/11/2009

Fuente: "EL PAIS"

Bonus y malus. De esta forma, parecida a la que aplican las aseguradoras para elevar o reducir las cuotas a sus clientes, va a dividir a las empresas el nuevo decreto que el Gobierno central aprobará en las próximas semanas para intentar rebajar los accidentes laborales. Serán bonus aquellas compañías que inviertan en prevención y, en consecuencia, reduzcan sus índices de siniestralidad. Serán malus las que, pese a la Ley de Prevención, no extremen las medidas de seguridad, formación e información a las que están obligadas y sus trabajadores sufran accidentes por encima de la media de su sector de actividad.


La fiscal Edurne Miranda considera bueno "todo lo que reduce accidentes"
Las firmas que mejoren los índices medios de siniestralidad del sector y no registren accidentes mortales podrán recibir al final de cada ejercicio como incentivo el equivalente a entre el 5% y el 10% de las cuotas que pagan a la Seguridad Social por las contingencias profesionales de sus empleados. En una comunidad como la vasca, cuyas cifras de siniestralidad laboral, siguen doblando a las europeas y superan ampliamente la media del resto de España, la medida está llamada a tener una especial incidencia incluso en las pequeñas sociedades, las que más complicaciones tienen cumplir con la Ley de Prevención.

La fiscal especial de siniestralidad del Tribunal Superior, Edurne Miranda, considera que "todo lo que mejore los índices de siniestralidad está bien", aunque lamenta que haya que dar premios por el hecho de algo tan básico como cumplir una ley.

Los sindicatos UGT y CCOO resaltan que se trata de una idea "básicamente buena", porque las empresas pueden interpretar "de una vez la prevención" como un factor de rentabilidad e invertir en ella. Para la patronal Confebask, el retorno de una parte de las cuotas de la Seguridad Social supone un reconocimiento al trabajo "bien hecho con un doble valor" en estos momentos de recesión, al operar también, aunque en un segundo término, como una ayuda.

El Gobierno y las mutuas, en cuyos órganos directivos figuran las patronales, se hallan ultimando algunos aspectos del borrador de decreto, como las fechas de solicitud y la partida concreta de los excedentes -los beneficios de los organismos sin ánimo de lucro-, de la que saldrán los incentivos. Las mutuas tendrán la responsabilidad de estudiar las condiciones de las solicitudes, la concesión de los incentivos y la devolución del dinero. El Gobierno central quiere aprovechar la reactivación del diálogo social para aprobar el decreto en el primer paquete de medidas, y así facilitar que en 2010 ya se primen las buenas prácticas en prevención.

El plazo para presentar la solicitud del bonus acabará en marzo próximo, y una vez estudiada y aprobada, el dinero sería devuelto en noviembre.

La devolución se aprobará tras comprobar que las empresas han mejorado no sólo sus cifras de accidentes en el periodo analizado, sino también si han reducido la plantilla potencial sometida al riesgo de contraer enfermedades profesionales, si se han producido inversiones en prevención, además de no haber sido sancionadas por ningún caso relacionado con la prevención y estar al corriente de los pagos a la Seguridad Social.

Para el responsable de Salud Laboral de CCOO, Jesús Uzkudun, el nuevo sistema obligará a los delegados de prevención de cada empresa "a estar muy vigilantes para que, sobre todo en las pequeñas, no se produzcan presiones a los trabajadores para que no declaren algunos accidentes leves y así el empresario no pierda el incentivo".


Osalan prevé nuevas mejoras
La directora general de Osalan, Pilar Collantes, cree que entre las medidas de las empresas y las que aplican los gobiernos se van a mejorar los índices de siniestralidad, aunque lamenta que la prevención no forme todavía parte de "la cultura de este país".

Para la ex secretaria de Acción Sindical de UGT, el decreto que prepara la Administración central resulta positivo porque todo es sumar en la misma dirección y "hay un importante camino que recorrer todavía" habida cuenta de las "inadmisibles cifras a las que nos enfrentamos".

Y añade a EL PAÍS: "Lo ideal sería que la prevención formase parte de la cultura de este país, pero como eso desgraciadamente aún no sucede tenemos que considerar la medida de subvencionar las cuotas como un mal menor".

Osalan, el Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laborales, constata en sus estadísticas que los indices de siniestralidad caen no sólo en cuanto a los accidentes mortales, sino también los leves y graves, de forma más pronunciada en la industria que en la construcción y los servicios.

La siniestralidad bajó entre enero y septiembre pasados -los últimos datos de Osalan- en el sector primario un 16,59% con respecto a igual periodo de 2008. En la industria el descenso se situó en un 28,81% y en la construcción, en un 17,92%.

En el sector servicios la rebaja de la siniestralidad se situa en los nueve primeros meses del año en un 14,07%, pero, sin embargo, los accidentes graves se han elevado de 69 a 75 en dicho periodo.

Los factores que se valorarán
Las mutuas de trabajo van a ser el corazón del nuevo sistema. Las asociaciones sin ánimo de lucro que ya tienen capacidad para dar altas y bajas a los trabajadores en lo relacionado con los contingencias de trabajo, se financian con las cuotas que la Seguridad Social les reenvía cuando un empresario asocia a su plantilla a una mutua determinada.

Éstas se quejan de que tienen que hacer frente también a los gastos de las bajas por contingencias comunes -accidentes y enfermedades-, y eso les resta de sus excedentes, precisamente cuando una parte de estos van a formar la bolsa con la que se pague el coste de los incentivos. La asociación de Mutuas AMAT y el Gobierno central están intentando dotar al sistema de mayor seguridad para que no llegue a darse el caso de empresas merecedoras del bonus a las que no se les pueda incentivar porque los fondos de cada mutua se hayan agotado.

Los factores que valorarán las mutuas para establecer la cuantía del incentivo serán: las inversiones en instalaciones y procesos; no rebasar los límites de siniestralidad general ni extrema que se se fijen para cada sector de actividad; estar al corriente de la legalidad en los pagos; no haber sido sancionado y tener la documentación de prevención en regla; innovación en prevención con la plantilla; realización de auditorías externas; existencia de planes de movilidad, disminución de riesgo de enfermedades y, finalmente, certificados de calidad. Del cómputo de la siniestralidad laboral se excluirán los accidentes in itinere.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Una visión distinta de los 'piratas' somalíes

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Una forma que tienen de hacer caldo de cultivo en la zona de influencia suya y justificar sus actos.¿que deberiamos hacer? ¿instalar industria pesquera en aquella zona?.¿combatir con mas fuerza los actos terroristas?

miércoles, 11 de noviembre de 2009

barrio Sesamo cumple 40 años...